SOBRE LA HISTORIA CONSIDERADA COMO POESÍA
BERMEJO BARRERA, JOSÉ CARLOS
Desde comienzos de los años setenta del pasado siglo se ha convertido progresivamente en un tópico considerar a la Historia como una de las diferentes formas de la narración, en contra de la opinión dominante en los siglos XIX y XX, que quisieron situarla en una de las ramas del árbol de la ciencia. En este libro el autor lleva a cabo un análisis innovador de la naturaleza y las funciones de la Historia, al considerar que ésta se configura a partir de tres elementos: descripción, evocación y expresión de los propios sentimientos e ideas del historiador. Partiendo del análisis de estas funciones, se propone una nueva definición del discurso histórico entendido no como ficción, sino como una forma de acercamiento a la realidad humana, para la que se utiliza la noción filosófica de certeza y la teoría de la realidad de autores como X. Zubiri. Siguiendo ese mismo camino, el autor se plantea hasta qué punto los historiadores pueden predecir el futuro de su disciplina, concluyendo que sólo es posible en tanto que esa disciplina se entienda como parte de la realidad social y política en la que el historiador está inserto y cuyos cambios condicionan el desarrollo del propio conocimiento histórico; un conocimiento cuyos límites se examinan en el último de los ensayos, en el que se aborda la cuestión de si los historiadores pueden llegar a comprender el pensamiento o las acciones de los seres humanos del pasado.
Desde comienzos de los años setenta del pasado siglo se ha convertido progresivamente en un tópico considerar a la Historia como una de las diferentes formas de la narración, en contra de la opinión dominante en los siglos XIX y XX, que quisieron situarla en una de las ramas del árbol de la ciencia. En este libro el autor lleva a cabo un análisis innovador de la naturaleza y las funciones de la Historia, al considerar que ésta se configura a partir de tres elementos: descripción, evocación y expresión de los propios sentimientos e ideas del historiador. Partiendo del análisis de estas funciones, se propone una nueva definición del discurso histórico entendido no como ficción, sino como una forma de acercamiento a la realidad humana, para la que se utiliza la noción filosófica de certeza y la teoría de la realidad de autores como X. Zubiri. Siguiendo ese mismo camino, el autor se plantea hasta qué punto los historiadores pueden predecir el futuro de su disciplina, concluyendo que sólo es posible en tanto que esa disciplina se entienda como parte de la realidad social y política en la que el historiador está inserto y cuyos cambios condicionan el desarrollo del propio conocimiento histórico. un conocimiento cuyos límites se examinan en el último de los ensayos, en el que se aborda la cuestión de si los historiadores pueden llegar a comprender el pensamiento o las acciones de los seres humanos del pasado.