LA COSA PERDIDA
TAN, SHAUN
Un día, mientras pasea por la playa en busca de tapones de botellas para su colección, un joven se encuentra con una criatura extraña, de aire triste, desamparada y solitaria, la cosa perdida. Mientras espera en vano que alguien venga a recogerla se establece una relación intima entre ellos. En la playa nadie sabe nada sobre la criatura, ni siquiera la han notado. Entonces decide llevarla a su casa donde la cosa perdida pasa desapercibida para sus padres, tan atentos a las noticias oficiales de desgracias ajenas que, sin embargo, cuando finalmente la notan gracias a las observaciones del joven, la menosprecian, la excluyen y se desentienden. El joven no sabe que hacer hasta que encuentra en el periódico un anuncio del Departamento Federal de Objetos Inútiles. Una vez llegados al dfoi la cosa hace un ruidito de infelicidad, mientras él busca un bolígrafo con el que rellenar los interminables modelos burocráticos, un empleado de la limpieza le aconseja que si en algo aprecia a la cosa perdida no la deje allí y le entrega una tarjeta con un símbolo esperanzador. Después de haber dado muchas vueltas por la cuidad consigue encontrar la dirección de la tarjeta en un escondido y oscuro portal de una callejuela anónima. Detrás de la puerta descubre un inventario de extraños e inusuales objetos perdidos.
La cosa perdida es una historia humorística sobre un chico que descubre una criatura de aspecto extraño, mientras recoge tapones de botellas en la playa. Le parece que la cosa está perdida e intenta descubrir a quién pertenece. Sin embargo, a su alrededor, nadie se muestra dispuesto a ayudar. Extraños, amigos, familiares cada uno a su manera rehúsa prestar atención a esa interrupción inesperada de su rutina. Lo que quizá nadie ha pensado es que la extraña criatura solo está perdida en la medida en que nadie repara en ella.
El corto de animación La cosa perdida, basado en el libro, fue ganador de un Óscar como Mejor Corto de Animación, 2011.