GRAN HOTEL NAZARENO
UN CUERPO SUPLANTADO
POYO MENDIA, TXUSPO
El libro, sea como pieza original única o sea en edición múltiple impresa, es un excepcional posible marco de actuación para artistas que desbordan su trabajo más allá de los límites ofrecidos por la pintura, la fotografía, el dibujo, el grabado, el vídeo
Lo viene siendo desde hace muchos años, no es novedad, pero en tiempos recientes está fecundado con una vitalidad extraordinaria. El libro de artista posee una distinguida genealogía que atraviesa la obra de Goya y Picasso, entre otros muchos, en forma de cuadernos de dibujos, depósito heteróclito de imágenes susceptibles de ser reutilizadas más tarde en obras de otra dimensión y técnica, como objetos en sí mismos que recogían variaciones e ideas sobre un tema, un lugar, un objeto, un viaje
El cuaderno de apuntes se convirtió en libro impreso y alcanzó una inicial madurez durante las primeras décadas del siglo XX alimentado por movimientos artísticos que aspiraron al logro de la obra de arte total (constructivismo ruso -El Lissitzky-, Bauhaus -Kurt Schwitters-, simultaneismo -Sonia Delauney-
). En ellos el artista expandía su obra personal sobre un territorio más íntimo, delicado y multiplicador: las hojas de papel impreso cosidas o plegadas.
En ámbitos y tiempos más cercanos a nosotros el libro de artista ha venido siendo entendido, sobre todo, como catálogo visual en el que, junto a textos del propio artista o de escritores invitados, se incluyen reproducciones de las obras creadas por el autor en otros soportes. En estos catálogos el diseño editorial constituye la parte creativa, siendo el contenido una mera transmisión informativa, más o menos acertada, de obras de arte existentes en otros lugares.
Sin embargo, también hay artistas que consideran el formato libro como un soporte ideal para la creación directa, no subsidiaria de otros factores y sin renuncia de los componentes conformadores de todo libro: textos, imágenes y un relato intencionado. En Bilbao trabajan esta fructífera y singular línea Jesús Mari Lazkano, Roberto Aguirrezabala y Txuspo Poyo, tan diferentes entre sí y atractivo cada uno en su manera.
Hoy me voy a referir a Txuspo Poyo porque acaba de publicar Gran Hotel Nazareno, libro con el que realiza un singular repaso a la historia del Colegio Nazareno construido por José Calasancio en Roma el año de 1630. Primera institución educativa, pública y gratuita en Europa, su creación formó parte del plan de reconstrucción de la ciudad planeada por el papado tras los daños sufridos durante «il sacco de Roma» en 1527. Esta decisión docente, innovadora y científica, fue una respuesta específica dentro de la gran operación de la Contrarreforma orquestada para hacer frente a la escisión luterana dentro del catolicismo.
En este libro su autor plasma el proyecto realizado durante su estancia en la Academia de España en Roma el año 2021. La historia que se cuenta aquí es la que ofrece un artista con su peculiar visión, pues se distancia de la minuciosidad y abundancia de los datos constructivos, personales y cronológicos para aproximarse al universo de imágenes generadas en torno al mencionado colegio y algunas de sus singularidades. No es, por tanto, un libro de historia, sino un libro de arte que contiene una historia visual relacionada con un edificio barroco romano.