EN TORNO A LA TIPOGRAFÍA
FRUTIGER, ADRIAN
Adrian Frutiger repasa algunos temas básicos que hay que conocer, como el origen de la escritura y su evolución, la aparición de los caracteres tipográficos y su evolución formal, influida por la de las técnicas de impresión; y el proceso de lectura, los criterios de legibilidad y las diferentes maneras de leer; o las reglas que hay que seguir para crear una familia de letras.
Da un repaso también a las grandes familias de tipos y presenta algunos de los que él ha creado, con objeto de explicar, concretamente, lo que han aportado a la tipografía y extraer de ello sus enseñanzas. Aborda, así, la epopeya de la Univers (el desarrollo de sus veintiuna series previsto desde la concepción misma, algo nunca visto en la historia de la imprenta), el Roissy (para la señalización del aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle, carácter que más tarde se convertiría en el Frutiger), el OCR-B (carácter de reconocimiento óptico para ordenadores que pasó a ser un estándar internacional [1972] en el ámbito bancario) y, por último, la adaptación a las técnicas contemporáneas de composición y reproducción de un tipo de letra no latino, perteneciente a una cultura totalmente distinta de la nuestra: el Devanagari (procedente del sánscrito), que constituye la escritura oficial de la India. Para acabar este recorrido, el autor habla sucintamente de la creación de logotipos.
Adrian Frutiger repasa algunos temas básicos que hay que conocer, como el origen de la escritura y su evolución, la aparición de los caracteres tipográficos y su evolución formal, influida por la de las técnicas de impresión; y el proceso de lectura, los criterios de legibilidad y las diferentes maneras de leer; o las reglas que hay que seguir para crear una familia de letras.
Da un repaso también a las grandes familias de tipos y presenta algunos de los que él ha creado, con objeto de explicar, concretamente, lo que han aportado a la tipografía y extraer de ello sus enseñanzas. Aborda, así, la epopeya de la Univers (el desarrollo de sus veintiuna series previsto desde la concepción misma, algo nunca visto en la historia de la imprenta), el Roissy (para la señalización del aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle, carácter que más tarde se convertiría en el Frutiger), el OCR-B (carácter de reconocimiento óptico para ordenadores que pasó a ser un estándar internacional [1972] en el ámbito bancario) y, por último, la adaptación a las técnicas contemporáneas de composición y reproducción de un tipo de letra no latino, perteneciente a una cultura totalmente distinta de la nuestra: el Devanagari (procedente del sánscrito), que constituye la escritura oficial de la India. Para acabar este recorrido, el autor habla sucintamente de la creación de logotipos.