EL ENIGMA DE LA DOCILIDAD
SOBRE LA IMPLICACIÓN DE LA ESCUELA EN EL EXTERMINIO GLOBAL DE LA DISENSIÓN Y DE
GARCÍA OLIVO, PEDRO
Auschwitz no fue un resbalón de la civilización, un paso en falso de Occidente, un extravío de la Razón moderna, una enfermedad por fin superada del Capitalismo, lacra de unos hombres felizmente borrados de la Historia; sino una referencia que atraviesa el espesor del tiempo y mira hacia el futuro, que nos acompaña y casi nos guía, llevándose sospechosamente bien con el corazón y la sangre de nuestros regímenes democráticos. [...]
Considero que las democracias liberales avanzan, por caminos inéditos, hacia un modelo de sociedad y de gestión política que, a falta de un término mejor, denominaría "neofascismo" o "fascismo de nuevo cuño". Esta formación socio-política se caracterizaría, en lo exterior, por la beligerancia (afán de hegemonía universal); y, en lo interior, por una enigmática e inquietante docilidad de la población (letargo del criticismo y de la disidencia), circunstancia que haría casi innecesario el actual aparato de represión física al ejercer cada hombre, en suficiente medida, como un policía de sí mismo. [...]
Quisiera subrayar la responsabilidad de la Escuela en este adocenamiento planetario del carácter; su implicación en la forja de la Subjetividad Única, una forma global de Conciencia sustancialmente igual a sí misma a lo largo de los cinco continentes replegada sobre el asentimiento mecánico y el pánico a diferir. Quisiera apuntar, contra el cotidiano trabajo homogeneizador de las escuelas, los hogares, los empleos y los gobiernos, una intempestiva defensa de la no-colaboración y de la fuga, de la existencia irregular y de la vida nómada. Me gustaría abogar por el peligro, ya que pronto no habrá nada en sí mismo más temible que el hecho de vivir a salvo.»