ARTE SE ESCRIBE CON M DE MUJER
BORNAY, ERIKA
Una interesante selección de textos de Erika Bornay en torno a la mujer y el arte.
En la primera parte del libro, "La mujer creada", la autora estudia varias obras cuya protagonista es la mujer pintada por el hombre artista y reinterpreta con otra mirada y otra sensibilidad -en este caso, femenina- el significado real de la obra, en muchas ocasiones concebida bajo los impulsos libidinosos del varón, otras bajo la misoginia, muy presente e incluso agresiva en los últimos años del siglo XIX, como queda reflejado en las múltiples representaciones de la femme fatale.
En "La mujer creadora", Erika Bornay dirige la mirada hacia la mujer artista, poniendo de relieve su lucha por hacerse un espacio en el mundo del arte, en una sociedad dominada por el canon artístico impuesto por el hombre. Nos descubre la obra de algunas artistas prácticamente desconocidas, pero cuyo valor artístico es indiscutible.
Finalmente, en "Libres y seductoras", encontramos unas sugerentes páginas en las que las protagonistas son mujeres de genio y brillante personalidad, como las cortesanas venecianas o las salonnières del siglo XVIII francés.
Erika Bornay es una autora muy conocida por su especialidad en los estudios sobre la mujer artista, sobre todo por el ensayo Las hijas de Lilith, del que ya han aparecido seis ediciones. Posteriormente, ha escrito La cabellera femenina. Un diálogo entre poesía y pintura, Las mujeres de la Biblia en la pintura y Aproximación a Ramón Casas a través de la figura femenina. Como escritora, se ha dedicado también al género de ficción y ha publicado Los diarios de Fiona Courtauld y Las historias secretas que Hopper pintó, de reciente aparición.
En la primera parte del libro, "La mujer creada", la autora estudia varias obras cuya protagonista es la mujer pintada por el hombre artista y reinterpreta con otra mirada y otra sensibilidad -en este caso, femenina- el significado real de la obra, en muchas ocasiones concebida bajo los impulsos libidinosos del varón, otras bajo la misoginia, muy presente e incluso agresiva en los últimos años del siglo XIX, como queda reflejado en las múltiples representaciones de la femme fatale.
En "La mujer creadora", Erika Bornay dirige la mirada hacia la mujer artista, poniendo de relieve su lucha por hacerse un espacio en el mundo del arte, en una sociedad dominada por el canon artístico impuesto por el hombre.