SENTIDO DEL MUNDO,EL
NANCY JEAN LUC
Hay una incertidumbre que nos afecta en todas las constelaciones de mundos en las que vivimos; la pérdida del sentido. Y es que, en un sentido, «tener sentido» significa disponer de una dirección, y por lo tanto requiere de algo separado, «algo otro», en referencia a lo cual orientar ese sentido. Hoy, sin embargo, ya hemos hecho ese tránsito que prescribía la interpretación del sentido, y no nos queda ningún «otro mundo» (ni más adelante en el porvenir, ni enfrente nuestro hacia oriente, ni aún sobre nuestras cabezas más allá de todo mundo), ningún «afuera» (ni siquiera utópico), en relación al cual ir en algún sentido. Aún más: ya no podemos saber siquiera en qué sentido del mundo es el fin del mundo en el cual es significativo hablar del sentido en ese sentido. Pero que el mundo carezca de sentido no implica que sea insensato, porque el mundo siempre es sentido, en el sentido sensible de la expresión. Por eso ya no se trataría de buscarle (ni afirmativa ni nihilísticamente) sentido al mundo, sino de entrar en ese sentido y transformarlo. Eso ensayan estas sugestivas líneas que quieren, no inscribirse, sino mejor escribirse en la política, la música, el trabajo, el dolor, y, en general, en este sentido sentido por todos.
Y es que, en un sentido, «tener sentido» significa disponer de una dirección, y por lo tanto requiere de algo separado, «algo otro», en referencia a lo cual orientar ese sentido. Hoy , sin embargo, ya hemos hecho ese tránsito que prescribía la interpretación del sentido, y no nos queda ningún «otro mundo» (ni más adelante en el porvenir, ni enfrente nuestro hacia oriente, ni aún sobre nuestras cabezas más allá de todo mundo), ningún «afuera» (ni siquiera utópico), en relación al cual ir en algún sentido. Aún más: ya no podemos saber siquiera en qué sentido del mundo es el fin del mundo en el cual es significativo hablar del sentido en ese sentido.