OLEG
PEETERS, FREDERIK
Veinte años después de Píldoras azules, Frederik Peeters vuelve a hablar de sí mismo, pero cambia la primera persona por la tercera. Su avatar Oleg le permite difuminar las líneas para ahondar en su oficio de dibujante, y también señalar algunas de las contradicciones que atormentan nuestro tiempo: la ultramodernidad tecnológica y el pensamiento reaccionario, el culto a la superficialidad y la búsqueda de la autenticidad, la sobreabundancia y la confusión.