MUNDO DE SATIE
ORLEDGE ROBERT
Descubrir al verdadero Satie detrás de su imagen pública, cuidadosamente cultivada, es una tarea difícil. Incluso esta imagen exterior era contradictoria: el personaje vestido de pulcro funcionario burocrático era al mismo tiempo un insobornable iconoclasta en su arte, que con la máscara de bufón ocultaba al compositor serio y al riguroso profesional.
Satie, íntimo amigo de Debussy, en este libro es retratado por sus amigos y conocidos como un auténtico genio incomprendido, alcohólico murió de cirrosis a los 59 años, de humor corrosivo, comportamiento infantil y temperamento explosivo, que se llevaba tan bien con plomeros como con poetas y princesas. Al mismo tiempo era un gran conversador, cortés y excesivamente educado y moralista. Su desconcertante percepción del verdadero talento lo llevó a hacerse amigo de figuras clave en todos los campos del arte: como Apollinaire y Cocteau, Derain y Picasso, Man Ray y Brancusi. Si bien siempre estuvo atraído principalmente por jóvenes compositores como Milhaud, Auric y Poulenc, no le agradaba discutir sobre música con sus colegas. Era un refinado gourmet pero al mismo tiempo se encontraba siempre voluntariamente al borde de la indigencia.
Satie fue un precursor de las bandas de sonido y de las composiciones incidentales: pensaba en la música casi como un acompañamiento para la vida. Estaba fascinado con sus propios procesos mentales y los exploraba deliberadamente. Su inteligencia excepcional y un enfoque lógico siempre sorprendente, frustraban fácilmente su vida de relación según su punto de vista por una inadecuación de los demás. Era profundamente antiautoritario y se pensaba a sí mismo como alguien muy joven en una época muy vieja.
El músico, investigador y académico británico Robert Orledge es uno de los mayores especialistas en la vida y la obra de Erik Satie. En este libro, donde reúne testimonios y documentos insólitos, revela la verdadera vida que el compositor ocultaba detrás de su elaborado personaje público.
Descubrir al verdadero Satie detrás de su imagen pública, cuidadosamente cultivada, es una tarea difícil. Incluso esta imagen exterior era contradictoria: el personaje vestido de pulcro funcionario burocrático era al mismo tiempo un insobornable iconoclasta en su arte, que con la máscara de bufón ocultaba al compositor serio y al riguroso profesional. Satie, íntimo amigo de Debussy, en este libro es retratado por sus amigos y conocidos como un auténtico genio incomprendido, alcohólico murió de cirrosis a los 59 años, de humor corrosivo, comportamiento infantil y temperamento explosivo, que se llevaba tan bien con plomeros como con poetas y princesas. Al mismo tiempo era un gran conversador, cortés y excesivamente educado y moralista. Su desconcertante percepción del verdadero talento lo llevó a hacerse amigo de figuras clave en todos los campos del arte: como Apollinaire y Cocteau, Derain y Picasso, Man Ray y Brancusi. Si bien siempre estuvo atraído principalmente por jóvenes compositores como Milhaud, Auric y Poulenc, no le agradaba discutir sobre música con sus colegas. Era un refinado gourmet pero al mismo tiempo se encontraba siempre voluntariamente al borde de la indigencia. Satie fue un precursor de las 'bandas de sonido' y de las composiciones incidentales: pensaba en la música casi como un acompañamiento para la vida. Estaba fascinado con sus propios procesos mentales y los exploraba deliberadamente. Su inteligencia excepcional y un enfoque lógico siempre sorprendente, frustraban fácilmente su vida de relación según su punto de vista por una inadecuación de los demás. Era profundamente antiautoritario y se pensaba a sí mismo como alguien 'muy joven en una época muy vieja'. El músico, investigador y académico británico Robert Orledge es uno de los mayores especialistas en la vida y la obra de Erik Satie. En este libro, donde reúne testimonios y documentos insólitos, revela la verdadera vida que el compositor ocultaba detrás de su elaborado personaje público. Algunos de los caleidoscópicos testimonios de este libro que reconstruyen la vida del gran compositor son André Breton, Darius Milhaud, Francis Poulenc, Jean Cocteau, Igor Stravinsky, Arthur Honegger, Francis Picabia, Rene Claire, Blaise Cendrars, Constantin Brancusi, Albert Roussel, Sylvia Beach, Fernand Léger y Man Ray. El mundo de Satie es el sexto título de la colección iniciada con El mundo de Ravel, al que siguieron El mundo de Mahler, El mundo de Gershwin, El mundo de Debussy y El mundo de Wagner; una serie de investigaciones, tan rigurosas como entretenidas, sobre los grandes compositores de la modernidad. Cada volumen reúne testimonios de primera mano, opiniones, críticas, textos fragmentarios, cartas, citas de diarios, revistas y de las más variadas fuentes éditas e inéditas. La suma de recuerdos de familiares, amigos y colegas se van enlazando en una estructura y un montaje que permiten leerlos como un asedio biográfico, estético e histórico, sumamente vívido. Sobre Satie ofrecen su testimonio, entre otros, André Breton, Darius Milhaud, Francis Poulenc, Jean Cocteau, Igor Stravinsky, Arthur Honegger, Francis Picabia, Rene Claire, Blaise Cendrars, Constantin Brancusi, Albert Roussel, Sylvia Beach, Fernand Léger y Man Ray. Además se ofrece una cronología completa del músico y su contexto cultural. Se trata de una serie de libros accesibles que constituyen una lectura esencial no sólo para amantes de la música, estudiantes y profesores, sino también para quienes deseen conocer profundamente el mundo de cada compositor.