LA FACCIÓN CANÍBAL
HISTORIA DEL VANDALISMO ILUSTRADO
SERVANDO ROCHA
En algún lugar, el controvertido escritor Ezra Pound afirmó que el hombre que lee debería estar intensamente vivo. El libro debería ser una bola de fuego en su mano. La Facción Caníbal. Historia del Vandalismo Ilustrado, una extensa y detallada cartografía en torno al arte, el terror y el radicalismo político, es precisamente ese tipo de libro. Su estructura y trama lo sitúa en el terreno de los artefactos culturales: se trata de un ensayo narrado como si fuese una historia viva, con continuos cambios de escenarios, épocas y también protagonistas, y donde los cantantes de rock and roll parecen hablar a los grandes maestros del crimen, o viceversa.
Estamos en los años anteriores a la Revolución Francesa, concretamente en los disturbios de Gordon (los mayores en la historia de Inglaterra). William Blake, tras sumarse espontáneamente a una turba dispuesta a incendiar la ciudad, se siente eufórico. Los hechos parecen confirmar sus oscuras visiones e ideas. Un asustado Edmund Burke, de quién el autor toma su rompedora teoría de lo sublime para situar el origen del terror moderno, se ve obligado a desenvainar su espada para así poder escapar. Londres está en llamas y el cantante Joe Strummer pone su banda sonora. Tiempo después, el célebre Thomas de Quincey advertirá de la existencia de unas particulares sociedades integradas por artistas del crimen (Sociedad para la Promoción del Asesinato, la Supresión de la Virtud o el Fomento del Vicio, entre otras). A partir de ahí, desfilan movimientos de vanguardia (dadaístas, surrealistas y situacionistas), junto a revolucionarios jacobinos, punks, asesinos en serie, sociedades secretas o sectas apocalípticas. Siguiendo al poeta Yeats, la historia narra todas y cada una de esas bellezas terribles, al mismo tiempo que lanza al lector la pregunta de si acaso el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York no fue un magnífico espectáculo audiovisual. La obra de arte total.
La Facción Caníbal. Historia del Vandalismo Ilustrado describe la fascinación del arte por el crimen, donde Lord George Gordon o Walter Benjamin, Robespierre o Malcolm McLaren, Saint-Just o Guy Debord, las sesiones nocturnas de los clandestinos Clubs del Fuego Infernal o los crímenes de Jack el Destripador, funcionan como pasadizos históricos, túneles para bandidos y forajidos, lugares para el contrabando
Una documentadísima cartografía desde los años anteriores a la Revolución Francesa hasta nuestros días, por la que desfilan artistas de vanguardia (dadaístas, surrealistas o situacionistas), junto a revolucionarios jacobinos, asesinos en serie, sociedades secretas, sectas apocalípticas, grupos armados y hasta la misteriosa desaparición del científico Ettore Majorana. Una sorprendente e inédita historia en torno al radicalismo, la violencia y el arte International Review
¡Absolutamente perturbador! Es como si William Blake, Guy Debord y Johnny Rotten hubiesen quedado para tomar té y planear un asesinato Radical vanguard magazine
Estamos en los años anteriores a la Revolución Francesa, concretamente en los disturbios de Gordon (los mayores en la historia de Inglaterra). William Blake, tras sumarse espontáneamente a una turba dispuesta a incendiar la ciudad, se siente eufórico. Los hechos parecen confirmar sus oscuras visiones e ideas. Un asustado Edmund Burke, de quién el autor toma su rompedora teoría de lo ?sublime? para situar el origen del terror moderno, se ve obligado a desenvainar su espada para así poder escapar. Londres está en llamas y el cantante Joe Strummer pone su banda sonora. A partir de ahí, desfilan movimientos de vanguardia (dadaístas, surrealistas y situacionistas), junto a revolucionarios jacobinos, punks, asesinos en serie, sociedades secretas o sectas apocalípticas.