JUAN AJURIAGERRA. EL HERMANO MAYOR
IBARZABAL ARANBERRI, EUGENIO
La tarde del 23 de agosto de 1937 un avión aterriza en la playa de Laredo. Desciende un hombre de 34 años que acaba de protagonizar una bronca monumental con el piloto que, dado el peligro, quería volver a Biarritz. Se dirige a sus compañeros de partido instalados en la playa y se dispone a dirigir la capitulación del grueso del Ejército vasco a los italianos. Sabe muy bien lo que le espera. Podía haberse exiliado, pero ha decidido compartir la suerte de los suyos, que, hasta el día de su muerte, lo van a considerar como su Hermano Mayor. Se llama Juan Ajuriagerra.
En el otoño del 2017, Eugenio Ibarzabal pudo recuperar las decenas de entrevistas que había realizado cuarenta años atrás, entre ellas las que realizó con Ajuriagerra tres meses antes de morir. A partir de ahí ha escrito este libro que demuestra que nos encontramos ante la figura más decisiva en la historia del nacionalismo vasco.
El libro desvela su actuación ante la sublevación franquista el 18 de julio de 1936 y los días posteriores, su papel como dirigente y responsable de información en la guerra, las negociaciones del Pacto de Santoña que protagonizó, su actitud de dirigente en la cárcel, la etapa de clandestinidad en San Sebastián, su ruptura con la organización de Servicios de Información del Gobierno Vasco, el nacimiento de ETA, su postura ante la violencia, su papel en la Transición y, finalmente, su posición en el debate constitucional.
Lo único que me ha importado al zambullirme en su historia ha sido buscar la verdad, más allá de ideologías y discursos partidistas. Me gustaría que quien se acercara a este libro, bien sea cercano ideológicamente a Ajuriagerra o no, observara los hechos y luego se preguntara: ¿qué hubiera hecho yo en su lugar?, ¿ayudó o perjudicó?, ¿dejó las cosas mejor o peor de lo que ya estaban? Porque no es lo que se dice, ni lo que se proclama, ni lo que se denuncia, sino lo que se hace.
Eugenio Ibarzabal ha escrito una biografía cuidando al máximo la fluidez de la narración y elaborando una apasionante historia que se lee como lo que también es: una auténtica novela. Porque la vida de Ajuriagerra fue eso: una vida de novela.