EL PRINCIPITO (EDICIÓN OFICIAL DEL CINCUENTA ANIVERSARIO)
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SAINT-EXUPÉRY, ANTOINE DE
"A Leon Werth
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede comprender todo; hasta los libros de niños. Tengo una tercera excusa esta persona mayor vive en Francia, donde tiene hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona mayor fue en otro tiempo. Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan). Corrijo pues mi dedicatoria:
A Leon Werth
Cuando era niño"
"Este es, para mí, el más bello y triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página precedente, pero lo ha dibujado una vez más para mostrárolos bien. Aquí fue donde el principito apareció en la Tierra, y luego desapareció.
Mirad atentamente este paisaje a fin de estar seguros de que habréis de reconocerlo, si viajáis un día por el Africa, en el desierto. Y si llegáis a pasar por allí, os suplico: no os apresuréis; esperad un momento exactamente debajo de la estrella. Si entonces un niño llega hacia vosotros, si ríe, si tiene cabellos de oro, si no responde cuando se le interroga, adivinaréis quien es. ¡Sed amables entonces! No dejéis tan triste. Escribidme en seguida, decidme que El Principito ha vuelto..."
Edición especial de lujo con dibujos y escritos originales del autor.
Fábula mítica y relato filosófico que interroga acerca de la relación del ser humano con su prójimo y con el mundo, El Principito concentra, con maravillosa simplicidad, la constante reflexión de Saint-Exupéry sobre la amistad, el amor, la responsabilidad y el sentido de la vida. Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sahara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua apenas para ocho días.La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de todatierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del océano. Imaginaos, pues, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía:-Por favor..., ¡dibújame un cordero!