EL CINE HA MUERTO, LARGA VIDA AL CINE
PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA POSTPRODUCCIÓN
LARA MARTÍNEZ, ANTONIO
Este libro trata de la parte menos conocida del cine: la postproducción.
Se tiende a pensar que lo decisivo de una película es el rodaje, y lo que ocurre después es ignorado, a veces, incluso por los propios trabajadores que han participado en ella. Muchos creen que la postproducción es una fase más bien mecánica, en la que tan solo se puede aspirar a arreglar los errores anteriores. Nada más lejos de la realidad, pues es una parte fundamental del camino de un filme, tan creativa como lo permitan el tiempo y el talento. Y a estos prejuicios se añade una gran confusión sobre las diferentes tecnologías cinematográficas, que se mezclan en una especie de mundo cibernético oscuro e impenetrable.
En estas páginas se desmitifican estos procesos, y se describen minuciosamente todos los pasos desde el montaje de imagen hasta las especialidades de sonido y las últimas operaciones en el laboratorio.
Su autor, Antonio Lara, es un montador que derrocha entusiasmo por su profesión. Nos cuenta de forma sencilla y amena en qué consiste su labor, y la de todas las personas involucradas a partir del instante en que se dice corten, hasta el estreno, tanto en su vertiente puramente técnica como artística.
Además incluye un capítulo histórico en el que se explica cómo se las arreglaban nuestros predecesores en el pasado. Sobre todo porque la tecnología no ha dejado de evolucionar desde su mismo nacimiento, y eso se ha traducido en distintas maneras de hacer películas a lo largo del tiempo.
Asimismo presenta los más novedosos métodos de rodaje y postproducción, posibles gracias a la introducción, o mejor dicho, avalancha de ordenadores en todas las áreas. No sólo se estudia lo que ha supuesto la edición no lineal, sino las últimas tendencias como la previsualización y el intermediate digital.
En el texto se habla mucho de tecnología, pero desde luego ése no es el tema central. Porque éste es un libro de cine. Lo que realmente interesa no son las computadoras o los aparatos sofisticados, aunque convenga conocerlos para defenderse de ellos. Lo más importante son las películas.
La parte final está dedicada al futuro del cine y los grandes cambios que se aproximan. Generalmente se asocia el desarrollo técnico con los efectos especiales, y éstos a su vez con largometrajes infames en los que no hay ningún otro atractivo, pero eso no debe ocultarnos las enormes posibilidades que se abren ante nosotros. Siempre ha habido trucos, visibles e invisibles; sin embargo lo que ahora se nos viene encima pertenece a otra dimensión. En los próximos años se van a producir transformaciones radicales en la industria, no sólo detalles insignificantes como la desaparición del celuloide o la proyección digital, sino cambios mucho más profundos, que afectarán a la esencia misma de este arte, alterándola irreversiblemente.