EL ANIMAL QUE LUEGO ESTOY SI(GUI)ENDO
DERRIDA, JACQUES
Se reúnen aquí varios trabajos, algunos inéditos, de Jacques Derrida dedicados a la cuestión de «los animales». Preocupación constante y casi obsesiva que procede de una exquisita sensibilidad afectiva e intelectual hacia muchos de los aspectos de la vida animal desdeñados por «la más poderosa tradición filosófica en la que vivimos». Esa displicencia filosófica ha ignorado sobre todo su sufrimiento. La cuestión que procede plantearse no es si los animales pueden razonar sino: «¿pueden sufrir?» (Bentham). Pregunta que adquiere una insólita relevancia teórica al hacerla converger con la necesidad de asediar los textos de una historia de la filosofía que se obstina en oponer al Hombre el resto del género animal como un conjunto indiferenciado: «el Animal».
En este libro Derrida examina algunos de los textos de esa tradición que, desde Aristóteles hasta Heidegger, desde Descartes hasta Kant, Lévinas y Lacan, insistentemente aunque de manera teórica han maltratado a los animales. Menoscabo teórico que, como Derrida sugiere, no ha dejado de tener graves repercusiones sobre nuestro trato real con ellos.
Se reúnen aquí varios trabajos, algunos inéditos, de Jacques Derrida dedicados a la cuestión de «los animales». Preocupación constante y casi obsesiva que procede de una exquisita sensibilidad afectiva e intelectual hacia muchos de los aspectos de la vida animal desdeñados por «la más poderosa tradición filosófica en la que vivimos». Esa displicencia filosófica ha ignorado sobre todo su sufrimiento. La cuestión que procede plantearse no es si los animales pueden razonar sino: «¿pueden sufrir?» (Bentham). Pregunta que adquiere una insólita relevancia teórica al hacerla converger con la necesidad de asediar los textos de una historia de la filosofía que se obstina en oponer al Hombre el resto del género animal como un conjunto indiferenciado: «el Animal».
En este libro Derrida examina algunos de los textos de esa tradición que, desde Aristóteles hasta Heidegger, desde Descartes hasta Kant, Lévinas y Lacan, insistentemente aunque de manera teórica han maltratado a los animales. Menoscabo teórico que, como Derrida sugiere, no ha dejado de tener graves repercusiones sobre nuestro trato real con ellos.