DON AGAPITO EL APENADO
FERNÁNDEZ ALONSO, FEDERICO / ROSELL, JOEL FRANZ
Don Agapito se jubiló y a partir de ese día descubrió que no tenía nada que hacer. Como no se había casado, no tenía nietos que cuidar ni hijos a quienes hacerles mandados. No tenía un gato que llevar al veterinario ni un perro que sacar a dejar su caca en la vía pública. Y como no bebía ni jugaba al dominó, tampoco podía pasar horas en el bar de la esquina.
No es un jubilado cualquiera,
ya que atiende las preocupaciones
de sus vecinos como si de las suyas se tratara, con mesura, tranquilidad y paciencia; una reflexión no exenta de humor sobre los avatares cotidianos.