COPPOLA
ÁNGEL COMAS
Considerado como un visionario por los sectores conservadores de la industria de Hollywood, Francis Ford Coppola, fue por el contrario un hombre decisivo para salvar a Hollywood del hundimiento al que estaba abocado después del desmembramiento de los grandes estudios provocado por la aplicación de la ley anti-trust. Coppola ha sido uno de los artífices más importantes del New Hollywood, transformando las anquilosadas estructuras heredadas del studio-system con planteamientos de producción realista que buscaron más la profundidad temática o las innovaciones estéticas que aferrarse al vetusto cine-espectáculo que llevaba a los estudios a su desaparición. Hizo ciertamente gala en sus años jóvenes de un idealismo que chocó contra la realidad del mundo del cine pero, con el tiempo, ha sabido aferrarse al pragmatismo más radical sin perder sus ilusiones a costa de sobreponerse a sus fracasos.
Ahora es un cineasta maduro que sigue conservando la vitalidad de un joven. Este libro habla de Coppola desde sus orígenes hasta su última película como director, Youth Without Youth, pasando por todas sus etapas tanto artísticas como empresariales; de cómo sorprendió y se buscó enemigos con la creación de Zoetrope; de cómo se arruinó y volvió a levantar cabeza con increible tenacidad; de su lúcida visión del futuro con su conocimiento de las nuevas tecnologías; de su apoyo a los nuevos directores, y de su impresionante contribución al mejor cine de todos los tiempos con títulos como la saga de El Padrino, La conversación, Apocalypse Now (y toda su azarosa producción), Tucker, un hombre y su sueño, Cotton Club o Drácula de Bram Stroker). Y trata también de sus actividades extracinematográficas en el campo de la restauración o vinícolas, imprescindibles para entender su condición de cineasta. El cine es su vida pero no toda su vida. Con su exhuberante personalidad y su férreo apego a sus raíces italianas, Coppola sigue siendo una de las personalidades más influyentes del cine norteamericano, uno de sus cineastas más venerados por el público y la crítica y, a su condición de clásico, une una modernidad y una postura realista sobre el devenir del cine, abierto siempre a cualquier innovación progresista.
Considerado como un visionario por los sectores conservadores de la industria de Hollywood, Francis Ford Coppola,
fue por el contrario un hombre decisivo para salvar a Hollywood del hundimiento al que estaba abocado después del desmembramiento de los grandes estudios provocado por la aplicación de la ley anti-trust. Coppola ha sido uno de los artífices más importantes del New Hollywood,
transformando las anquilosadas estructuras heredadas del studio-system con planteamientos de producción realista que buscaron más la
profundidad temática o las innovaciones estéticas que aferrarse al vetusto cine-espectáculo que llevaba a los estudios a su desaparición.
Hizo ciertamente gala en sus años jóvenes de un idealismo que chocó contra la realidad del mundo del cine pero, con el tiempo, ha sabido
aferrarse al pragmatismo más radical sin perder sus ilusiones a costa de sobreponerse a sus fracasos.